Ponga un filósofo en su empresa

Ponga un filósofo en su empresa

26/dic/2016

Corría el año 2001. En aquella reunión en casa del cliente, empresa industrial con unos 10 años, estaba la plana mayor (propietario-CEO y equipo directivo al completo). El proyecto consistía en innovar en una línea de productos, y como todos los proyectos que realizamos en DOMO, el resultado debía ser el diseño, desarrollo y puesta en el mercado (en la calle) de esa línea. En algún momento alguien me dice "Héctor no sigas por ahí que pareces un filósofo. Aquí necesitamos menos filosofía y más los pies en la tierra".

En aquella ocasión me tomé la palabra "filósofo" como algo peyorativo y pensé: "¿filosofo yo? ¡Si no me gusta la filosofía y ni tan siquiera leo libros! Y además, ¿cómo puede decir esto de mí, yo que llevo años de experiencia a pie de fábrica y desarrollando productos que han visto la luz? ¡Yo hago innovación real, no de boquilla!".

Volvemos a finales de 2016. Es navidad y aprovecho a ver cosas que no he podido durante el otoño, por ejemplo este documental de la 2 sobre el diseño en España.

Y se me queda en la mente una frase dicha por Juli Capella (y otros) en él: 

"Diseñar es PENSAR antes de hacer"

Y es cuando empiezo, 15 años después, a hacer conexiones. Resulta que el famoso Design Thinking ("Pensamiento de Diseño") viene de los diseñadores, ya sabes, de aplicar la manera de pensar de los diseñadores al mundo de los negocios. Y resulta que el diseño añade esa nueva manera de pensar que favorece el entendimiento del negocio, contexto y clientes-usuarios para las tomas de decisiones, de manera más profunda y ágil a la vez, frente al tipo de pensamiento del paradigma anterior, que frecuentemente desembocaba en la "parálisis por análisis". 

En DOMO trabajamos entre otras con la filosofía del Design Thinking.

Por otro lado existe otra corriente metodológica de moda: el Lean Startup. Ésta une el pensar con el hacer, pero no con el mismo balance que el Design Thinking. El Lean habla más de sacar productos rápido (en fase prototipo) para fallar pronto y barato. Lo que llaman Minimo Producto Viable (hay quienes lo llamamos "Mínimo Producto de Mierda").

Su filosofía da por sentado que es muy difícil que acertemos a la primera con lo que quiere el mercado, así que mejor "no pienses mucho, sácalo a la calle y anota los resultados para mejorar tu propuesta". Para mi es muy obvio que Lean da menos valor al pensarque el Design Thinking, aunque ambos unen pensamiento y acción.

De hecho en decenas de productos, servicios y modelos de negocio innovadores que hemos lanzado al mercado, son muy pocos en los que nos hemos estrellado y muchos donde no ha habido que hacer mejora alguna una vez recibido el feedback del mercado ¿Y cómo podemos hacer esto?

Y resulta que la filosofía consiste en PENSAR: en hacerse grandes preguntas y en buscar respuestas.

Grandes cuestiones como: ¿Para qué estamos haciendo/ queremos hacer esto? ¿Para quiénes? ¿Cómo y dónde nos vemos en 3 años?, etc.

Y otras preguntas no tan "grandes" pero que cuelgan de estas mismas.

Así que sí , ¡¡¡Soy un filósofo!!!

Siempre me ha parecido fundamental hacerse este tipo de preguntas cuando estas trabajando estrategia, innovación y transformación, que son las 3 cosas a las que me dedico. Solo tras hacernos estas preguntas, tras cuestionarnos, podemos encontrar respuestas que realmente nos permitan llegar a otros lugares, a lugares soñados. 

Así que amigo, 

más te vale que pongas un filósofo en tu empresa, si es que quieres tener o estar en una empresa que realmente merezca la pena.

PD: aquella empresa industrial de 2001 cerró. No sé si por análisis o por parálisis, o por carencia de filosofía ;-P

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