La Cultura de Innovación es para valientes (I)

La Cultura de Innovación es para valientes (I)

07/jul/2018

Este es el primer post de, al menos, un par de ellos, en el que quiero reflexionar sobre la "valentía" que se requiere para ser innovador y para configurar una cultura organizacional de innovación. El segundo post lo tendréis la semana que viene.

¿A qué me refiero con eso de que la cultura de innovación es para valientes? Vamos a llamar "valientes" a aquellas personas que tienen una relación constructiva con el "feedback". Pero constructiva no como dadoras de feedback, sino como receptoras.

Creemos en domo que el feedback forma parte esencial de la cultura de toda organización innovadora, y añadimos que las dos posiciones tradicionales de las que se habla en este tema (el emisor y el receptor) no son equivalentes, no tienen el mismo peso. Contrariamente a lo que se dice, creemos que quien recibe el feedback es de quien realmente depende que éste sea constructivo. Se puede dar un feedback fenomenal, pero si el que lo recibe no está "dispuesto a "escuchar", no le servirá de nada. Es decir, es el receptor el que tiene que hacer valer ese feedback. Y por esto es por lo que digo que la Cultura de Innovación es para valientes, porque necesita de personas que, independientemente de cómo se les de el feedback, estén dispuestas a crecer y aprender de todos los imputs que reciban, y a liderar sus propios procesos de mejora.

Esto no significa que no creamos que hay maneras mejores y peores de dar feedback eficaz, pero, francamente, no creemos que tu innovación dependa de lo bien o mal que te hayan dado la retroalimentación.

Dicho esto, vamos a hacerte un poquito más "valiente". ¿Quieres? Pues sigue leyendo.

Seguro que alguna vez te has encontrado (incluso tú en alguna ocasión) con alguna persona que, en respuesta a una pregunta tuya acerca de qué le parece algo, te dice "bien, está todo bien". Por ejemplo, preguntas:

- "¿Te ha gustado?"

-"Sí, sí, ha estado muy bien".


-"¿Qué opinas de la última versión del documento que te envié?"

- "Me gusta, está bien."

Y así podría seguir in eternum, sin mojarse lo más mínimo. Y tú te vas súper pagado/a con ese feedback que, perdona que te tire del guindo así sin miramientos, pero no te va a servir de nada. Si realmente estás buscando una mejora, algo que te haga contrastar tu opinión, tu forma de hacer, tus resultados, con el resto del mundo para lograr una versión mejorada de ti o de lo que estés haciendo, te aconsejo que no te dejes engatusar con este tipo de respuestas.

¿Qué les pasa a estas personas que les hace responder así? Pues hay muchos motivos: 

pereza, falta de costumbre, ignorancia (sobre dar feedback y/o sobre el asunto que se les pregunta), inseguridad y/o miedo a tu reacción (u otras posibles consecuencias), falta de confianza o sinceridad, paternalismo o proteccionismo, o simplemente no ser el mejor momento para ella para profundizar.


Así que si en tu organización te rodean personas que suelen responder así, puedes analizar si lo que hay detrás es alguna de estas causas y ver cómo podrías resolverlo o remediarlo. Ya hablaremos de esto en otro post.

Por ahora, para ti que te importa tener un feedback de calidad, que te haga crecer aunque "te pique", con el que sabes que debe incluir cosas que igual no te gusta oír o que son áreas de mejora o comentarios que pueden incidir en lo que tú consideras tus debilidades, para ti, escribo hoy este post, dándote unos consejos para desenvolverte en esta búsqueda de feedback y convertirte en un/a "valiente":

Empieza por ti

Ten claro sobre qué puntos quieres/necesitas obtener feedback porque así, aunque no sea lo que directamente preguntes, ya sabes lo que deberás buscar de la otra persona, especialmente para aquellos casos en los que, por toda respuesta, obtienes un "está bien" o "sí, me gusta" y "chin-pum".

Elige bien a la/s persona/s de la quieres recibir feedback 

Elígela según la importancia que le des a su opinión, pero no por el afecto que te tenga o le tengas (al menos no sólo), sino por su relación con la materia de la que quieras ese feedback (es decir, porque realmente te puede ayudar en algún aspecto que hayas puesto en el punto anterior) o por ser una persona que realmente no se conforma con decirte únicamente "está bien" (es decir, una persona auténtica).

Indaga 

No desconfíes de la parte, vamos a llamar, positiva (ese "me gusta" o "está bien"), pero debes saber que no es lo único que hay en su opinión, o al menos, tú necesitas algo más, con lo que pasa preguntar y profundizar sobre los puntos que tú necesitas. Recuerda que el primer/a interesado/a en crecer eres tú mismo/a.

Cuida tu reacción

Lo que no puedes hacer es pedirle feedback a una persona y luego mandarla a escaparrar porque no te ha dicho lo que tú querías oír, o incluso porque no te ha hablado de los aspectos que tú necesitas (ten en cuenta que hasta esto es un feedback). Agradece(le) su contribución y recíbelo constructivamente. Entrénate y gestiona tus emociones desde estas creencias:

      1. La opinión del otro es tan válida como la tuya.
      2. Dale un voto de confianza preguntándote: "aunque no estoy de acuerdo, algo tiene de cierto, ¿qué es?"
      3. A veces cuanto más te molesta, más es lo que tienes que aprender de ese feedback. ¿De qué tema se trata? ¿Cuál es la espinita realmente?
      4. Pregúntate qué puedes aprender de esas palabras o cómo sería si le hicieses caso (aunque luego hagas de tu capa un sayo, pero no dejes de explorar ese feedback).

En fin, entrénate para ser un líder "valiente" e innovador. Si quieres, te ayudamos (Habilidades para el s. XXI).

La semana que viene, la segunda parte. Si quieres que incluya algún aspecto, aún estás a tiempo. Escríbelo aquí abajo.

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